sábado, 23 de noviembre de 2019

La literatura griega en el periodo alejandrino

Iniciado luego de la muerte de Alejandro Magno en el 323 a.C., el período alejandrino o helenístico supuso un cambio, no solo en la geopolítica de los territorios conquistados por este guerrero, sino también, en la transformación de las diferentes manifestaciones artísticas que regían en la época.

Una de ellas, la literatura, paso a tomar un lugar de mayor importancia respecto al que ocupó durante la época clásica, instaurándose Alejandría (Egipto) como el punto principal para una nueva generación de poetas y literatos.

Es así como durante el período alejandrino la literatura griega atraviesa una fase evolutiva, en la cual, su estilo adquirió elementos de la literatura romana, formando así, un género que presentaba las siguientes características:

• Obras desarrolladas bajo un dialecto único denominado koiné, resultado de la combinación de los lenguajes jónico y ático.

• El libro pasaría a convertirse en medio principal para el registro de la literatura.

• Referencia a elementos presentes en obras clásicas anteriores, en un intento por emular el trabajo de los grandes autores griegos.

Perfeccionismo y brevedad como objetivos principales en la mayoría de las obras con el erotismo como tema predominante.

El amor es retratado de forma trágica, mientras que el humor y la ironía son usados para tratar temas antiguos desde una perspectiva cómica.

Basadas en todas estas características, grandes obras serían llevadas a cabo con historias que permanecieron vigentes a lo largo del tiempo y convirtieron a sus autores en figuras reconocidas dentro del género, siendo estos, algunos de los más importantes:

Calímaco

Calímaco

Sabio de gran rigor técnico, Calímaco fue uno de los poetas más reconocidos de la literatura alejandrina, llegando a desempeñar también labor como filólogo.

Para el desarrollo de su carrera literaria, Calímaco recibió instrucción de Ptolomeo II y III, gracias a lo cual, adquirió las habilidades literarias suficientes para escribir obras en prosa, siendo Himnos y Aitía sus trabajos más destacados.

En ellas los himnos están compuestos en hexámetros usados para expresar alabanzas a dioses acompañadas de una petición, así como una narración mitológica asociada con el dios objeto de dichas alabanzas.

En el caso de Himnos, esta obra cuenta con una estructura relativamente fija y un contenido alusivo a la plegaria y a la despedida.

Añadido a esto, Himnos también cuenta con una importante dosis de erudición de Calímaco, quien hace uso del «Arte Allusiva» como recurso para referirse a obras anteriores de reconocidos autores griegos con fines didácticos.

Por otra parte, Aitía, palabra que significa «causas» concentra una serie de relatos de carácter elegíaco, alusivos a temas menores o marginales.

Entre esto temas se encuentran explicaciones sobre objetos en particular, términos culturales, instituciones, historias acerca de la fundación de templos y ciudades, personajes célebres, juegos deportivos hasta la elaboración de una ratonera.

Sin embargo, aunque los temas planteados en Aitía no hayan sido de amplio dominio popular, su desarrollo fue llevado a cabo bajo un proceso de larga y compleja planeación, donde, el autor recurre a la variatio como recurso narrativo.

Junto a este recurso, Calímaco pone de manifiesto su habilidad para condensar entre tantos temas una serie de aspectos que le dan cohesión a la obra. Entre estos aspectos se encuentran su propósito en determinar las causas dentro de algunos temas, el criterio etiológico, así como la armonía presente en el uso apropiado de la variatio.

Apolonio de Rodas

Poeta nacido en Alejandría, aunque sería Rodas la ciudad en la cual pasaría los últimos años de su vida y de la cual se especula adquirió el gentilicio rodio, siendo este hecho, la causa por la cual sería conocido posteriormente con ese nombre.

Durante su formación se convirtió en alumno de Calímaco, asistiendo a la escuela fundada por este en Alejandría.

Con el tiempo Apolonio adquiriría el nivel de erudición suficiente para tomar el mando de la Biblioteca de Alejandría durante algunos años, convirtiéndose también en maestro de Ptolomeo III.

Argonauticas constituye una de sus obras más importantes, donde combina la tradición homérica con el estilo helenístico para narrar el viaje de Jasón y los argonautas, tomando como punto de partida la salida del puerto de Págasas, lugar al cual finalmente Jasón regresa con el Vellocino de oro y Medea.

En esta obra Apolonio conjuga el uso de catálogos, las descripciones detalladas y los símiles de la tradición homérica con la búsqueda de las causas de la tradición helenística.

En Argonáuticas, Apolonio ofrece lo mejor de sus habilidades al momento de describir paisajes, analizar la psicología de los personajes mediante sus gestos y actitudes, dramatizar situaciones, así como combinar de forma armoniosa lo maravilloso y fuera de lo común con lo usual y cotidiano.

Teócrito

Poeta siciliano, fundador de la poesía bucólica o pastoril, termino usado para referirse a poemas cortos compuestos en hexámetros con temáticas alusivas al campo, la música o el amor.

Su estilo literario se caracteriza por el tratamiento de diversos temas, aunque es el erotismo hacia el cual siente predilección. Junto con esto, se hace evidente también una clara apreciación por los detalles y todo aquello en donde la humildad y lo sentimental se encuentre presente.

Por otra parte, en la poesía de Teócrito el humor y la ironía se encuentran plasmados de forma constante, donde, si bien llegó a componer poemas de connotación mitológica de carácter épico, así como mimos, fue la bucólica el área en la cual llevó a cabo la mayoría de sus obras.

Una de ellas, Idilios, se compone de poemas con pastores como figuras centrales de los mismos, quienes, en medio de un paisaje paradisiaco, se cuentan sus penas de amor a través de canciones. En esta obra también hay algunos poemas de naturaleza mitológica.

Otros exponentes cuyas obras tuvieron repercusión dentro de la literatura realizada durante el período alejandrino incluyen a Menandro, considerado uno de los artífices de la Comedia Nueva y cuyo estilo literario fue evolucionando en la medida que también lo hizo Atenas en el contexto político y social.

Esto le permitió crear una comedia diametralmente distinta a la Aristofánica, así como muchas otras, las cuales, aprovechó para plasmar la descomposición y mediocridad presente en la arcaica mentalidad griega.

Dichas comedias servirían posteriormente como fuente de inspiración para otros poetas como Terencio y Plauto.

Otro poeta que captó la atención dentro de la literatura helenística fue Herodas, quien dio muestra de sus habilidades con Mimiambos, una obra compuesta por poemas populares que se destacaron junto a obras de nivel erudito de la época.

Fuentes
Poesía helenística

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